Muchos son los beneficios del consumo regular de proteínas vegetales. Además, este macronutriente, proveniente de alimentos de origen natural, es esencial para el mantenimiento de la salud de personas que siguen dietas vegetarianas o veganas. Entre los principales beneficios podemos destacar:
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Aumenta la actividad de la hormona glucagón
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Aumenta la sensibilidad de la insulina y, por ende, reduce sus niveles sanguíneos
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Reducción de la grasa circulante en la sangre
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Reduce el peligro de cáncer
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Ayuda a perder peso
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Mejora el sistema inmune
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Aumenta la saciedad
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Acelera la reparación del músculo dañado por el ejercicio
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Mejora el desempeño deportivo
Normalmente se asocia a comestibles ricos en fibras, vitaminas y minerales, lo que produce beneficios secundarios a su consumo regular.
Proteínas vegetales: comestibles fuente
Las fuentes alimenticias de proteína vegetal son primordialmente las leguminosas, como judías, guisantes, garbanzos, lentejas.
No obstante, otros vegetales asimismo se emplean para complementar la composición de aminoácidos de las leguminosas, como los cereales (arroz, avena, trigo, cebada, quinoa), las semillas oleaginosas (cacahuete y nueces), las semillas (de calabaza y girasol) y ciertas hortalizas (brócolis, espinacas, coles).

Proteína vegetal y desarrollo de músculo
Para acrecentar la masa muscular es imprescindible la asociación entre el ejercicio físico y el consumo conveniente de proteínas.
Mas los vegetarianos, que efectúan actividades físicas con la pretensión de ganar masa muscular, no precisan preocuparse por el aporte de proteínas. Al revés de lo que afirman muchos por ahí,a través de los vegetales es posible tener el aporte de proteínas precisas para el anabolismo muscular.
Cuando las proteínas se ingieren solamente mediante la nutrición, hay que tener precaución, puesto que las proteínas vegetales son menos biodisponibles y es preciso efectuar ciertos ajustes alimenticios para contrarrestar esta absorción reducida. Por tanto, si prefiere usar un suplemento, ya no existe tal riesgo a fin de que el producto final sea biodisponible para nuestro organismo.

