La sardina es un nombre común que se refiere a un pequeño pescado oleaginoso en la familia de los arenques. El término fue empleado por vez primera en el siglo XV y llegó al mercado cuando se halló un elevado número de sardinas.

La sardina es originario de los mares del Atlántico, el Pacífico y el Mediterráneo, y es consumida de forma frecuente en España, Portugal, Francia y Noruega, siendo los primordiales productores de conservas de sardinas.

Valor Nutricional de la Sardina:

Las sardinas poseen energía, proteínas, lípidos o bien grasas saludables, hierro, fósforo, calcio, sodio, cinc y potasio. las vitaminas son: tiamina, niacina, vitamina b6, riboflavina, vitamina liposoluble de tipo D, vitamina liposoluble de tipo A, vitamina liposoluble K y vitamina liposoluble de tipo E.

Algunos de sus principales beneficios para la salud son:

Aporta calcio:

Como se ha citado, la sardina es buena fuente de calcio, un mineral que ayuda a robustecer los huesos. Una buena cantidad de calcio, así como ejercicios físicos, puede asistir a robustecer los huesos y prevenir enfermedades como la osteoporosis y la artritis.

Mejora el sistema inmunológico:

El consumo de pescado asimismo contribuye a progresar de manera eficaz el sistema inmunológico. Además de esto, las investigaciones sugieren que el aceite de pescado mejora el sistema inmunológico incrementando el recuento de células inmunes.

Reduce la inflamación:

El pescado es una genial fuente de EPA y DHA, que son 2 ácidos grasos que los estudios muestran que el organismo emplea para reducir la inflamación.

Aporta micronutrientes esenciales:

El pescado asimismo tiene una genial fuente de vitamina B12, vitamina liposoluble de tipo D, selenio y calcio. La vitamina B12 es singularmente esencial pues los estudios muestran que alrededor del cuarenta por ciento de los estadounidenses son verdaderamente deficientes en esta esencial vitamina.

Ayuda a combatir la ansiedad y la depresión:

Las sardinas poseen un alto contenido de ácidos grasos omega tres. Nuevos descubrimientos señalan que hay una fuerte relación entre los ácidos grasos omega-tres y la carencia de depresión. Como resultado, pueden asistir a prevenir trastornos del humor como ansiedad y depresión.