El área íntima de una mujer requiere de cuidados completamente distintos a los que procuramos al resto del cuerpo, por las características propias de la zona y en virtud de que el mal uso de muchos de los productos de limpieza, en vez de garantizarnos un área más limpia, puede generar la proliferación de bacterias y otros microorganismos que generan perjuicios sobre la salud. En tal sentido, hay tres aspectos principales a los que hay que atender para su correcta higiene, como son la aireación adecuada, mantener el área seca y realizar diariamente rutinas de aseo genital.
Lavar sólo el área externa
El correcto lavado del área del pubis, debe recaer sobre las estructuras “externas”, tales como la vulva, el clítoris y los labios, utilizando agua y jabones que no resulten muy agresivos o puedan generar alergias; mientras que debe evitarse a toda costa, afectar el área interna. La misma, cuenta con un mecanismo biológico de autolimpieza y protección contra las bacterias y otros patógenos, a través de la acción de la microbiota local y su pH ácido. No obstante, cuando sus niveles se modifican como producto de algunos elementos de higiene, puede garantizar la entrada de microbios dañinos.
Importancia de la preservación del pH natural
El pH de la vagina suele variar durante el transcurso de la vida, siendo neutro (pH=7) antes de la primera menstruación; luego, suele rondar los 4,5 y 5 (ácido) durante la época fértil; al ocurrir la menopausia, vuelve a tomar los valores neutros que exhibió antes de la pubertad. Cuando una mujer está embarazada alcanza su punto de mayor acidez (entre 4 y 4,5); mientras que durante el período menstrual puede tomar valores que indican mayor nivel de alcalinidad (6,8-7,2). Por ello, es importante utilizar jabones exclusivos para la higiene íntima, que eviten la modificación del pH adecuado para cada etapa de la vida, como medio para evitar infecciones. En la actualidad, existen varios jabones naturales, e, inclusive veganos, que te otorgarán una higiene adecuada, mientras evitan afectar el correcto funcionamiento de tu área íntima.
Ropa de algodón
De igual modo, se recomienda la utilización de ropa confeccionada en algodón, preferiblemente orgánico, como medio para permitir una correcta ventilación de la zona íntima. En particular, es recomendable utilizar ropa interior que utilice dicha fibra, pues ésta puede absorber los líquidos que podrían encontrarse en el área (orina, sudor y fluidos vaginales), evitando que estos promuevan la proliferación de bacterias y hongos. Por otra parte, debe evitarse la utilización de fibras sintéticas, tales como poliéster, nylon, acrílico, spandex, entre otras. Éstas últimas no permiten una adecuada ventilación y pueden mantener el área húmeda durante un tiempo más prolongado.
Evita las duchas vaginales
Por otra parte, debes evitar utilizar las denominadas “duchas vaginales”, pues éstas no ayudan a mantener una mejor higiene íntima, sino que, en cambio, pueden afectar severamente la flora bacteriana y cambiar el nivel de acidez, haciéndote más susceptible a infecciones, así como, a otras patologías. Este tipo de productos sólo debe utilizarse bajo prescripción médica, cuando el especialista en salud lo considere oportuno y durante muy poco tiempo.
Perfumes y desodorantes
Otra medida cosmética que suele afectar en gran medida la salud del área íntima, es la utilización de desodorantes y perfumes. Estos han demostrado en varias ocasiones, que pueden generar hipersensibilidad (alergias). Algunas de sus variedades pueden contener alcohol, sustancia ésta que podría generar irritaciones y molestias en la zona púbica. De la misma manera, es oportuno recordar que ella siempre va a presentar un olor característico, a pesar de las medidas sanitarias que implementes. Sin embargo, si notas que el olor es muy fuerte o ha cambiado significativamente, resulta importante que consultes a tu médico, a fines de verificar si existe alguna alteración o infección.
Procura no utilizar protectores diarios
Si bien existe un consenso por parte de los especialistas, sobre la pertinencia y deseabilidad de utilizar toallas sanitarias o tampones, mientras se presente la menstruación; se ha determinado que usar los denominados “protectores diarios”, cada día, puede mantener un nivel de humedad muy alto, haciéndolo atractivo para varios tipos de bacterias y microbios.
Sentido en el que debe realizarse la limpieza
Para evitar contaminar el área genital y el tracto urinario, al ir al baño, deberás limpiarte, desde la parte delantera (área del clítoris), hacia la zona rectal. Si lo haces en el sentido contrario, puedes promover las infecciones, pues pudieras arrastrar algunas bacterias fecales, que afectarían el correcto funcionamiento de los mecanismos de defensa locales. Seguir este mismo sentido, también se recomienda, cuando estamos lavando nuestros genitales, como parte de las rutinas diarias de higiene.
Asea la zona con tus manos
Por último, se recomienda limpiar tu área íntima, utilizando exclusivamente tu mano, agua y jabones específicos; pues utilizar otro tipo de elementos, puede irritar la piel y generarte molestias. Particularmente, debe prescindirse del uso de esponjas u otros materiales porosos, porque éstos pueden llegar a albergar varios tipos de gérmenes, que no se eliminan fácilmente y pueden ser trasladados a tus órganos sexuales.